Cinco. Diez. E incluso veinte tragos. Bajo destellos de color neón.
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Cinco. Diez. E incluso veinte tragos. Bajo destellos de color neón.
Leer MásSucedió en algún lugar, no se sabe el qué, cómo, cuándo, dónde y por qué llego un espantapájaros totalmente destrozado a un campo de flores sombrío, desolado, marchito y apagado.
Leer MásHas vuelto en forma de recuerdo. Has vuelto a remover el cielo y la tierra y me has dejado en el fondo del abismo. Una vez más.
Leer MásHe vuelto a desempolvar la máquina de escribir, le he limpiado el polvo que se acumulaban en las letras de la máquina y he engrasado los engranajes que se atascaban de la misma manera que mis pensamientos.
Leer MásVive sin ser ni sentir sus latidos. Sin respirar lentamente aires gélidos. Sin caminar entre calles solitarias y entrecortadas por semáforos en ámbar.
Leer MásLo ha vuelto a hacer. Ha regresado esa imperiosa necesidad de soñar con los ojos abiertos y cada uno de los fotogramas que se mantienen ocultos en lo más profundo de la mente pasan lentamente a través de las pupilas.
Leer MásPaseo por el pasado de forma que cada uno de los pasos me envían estímulos totalmente erróneos y me llevan a un cataclismo constante que quema la planta de los pies.
Leer MásHas matado al esclavo con un puñal de mentiras, odios y rencores y se ha desangrado lentamente.
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